Los zíngaros viajaban en el vuelo transoceánico que unía Arrecife con la isla de La Gomera cuando un agente, que se dirigía a la capital grancanaria para asistir a unas jornadas sobre prevención de riesgos laborales con la intención de lograr los créditos necesarios para poder solicitar el traslado de su puesto de trabajo por cambio de domicilio, escuchó una conversación grabada en la cual uno de ellos comentaba a otro que el material incautado tendría en el mercado un valor incalculable de 6 millones de euros ( 14 millones de las antiguas pesetas, 97 millones de las antiguas perras chicas ). Tras dudar inicialmente el agente solicitó ayuda para detenerlos, personándose de inmediato cuatro gendármenes, un caravinieri, dos agentes de la policía montada de Canadá, un vigilante jurado de una famosa discoteca oscense, un vendedor ambulante y un primo lejano de Joao Havelange. A la llegada de éstos todos habían sido ya esposados por Martel , lo cual facilitó las labores de búsqueda de los cadáveres. Aún se desconoce el grado de pureza del "vivaporú" ya que nada más cruzar la frontera los zíngaros fueron puestos a disposición judicial bajo fianza domiciliada.
No hay comentarios:
Publicar un comentario