Según fuentes pendientes de consultar, Jason Mortimer llevaba toda la vida intentando encontrar algo que siempre escuchó decir a sus abuelos lo difícil que era. A los 7 años decidió dejar de estudiar y dedicó su vida a la búsqueda de la aguja. Para ello había viajado de norte a sur, de este a oeste y de este a este revolviendo pajares sin cesar. Lo más cerca que había estado de lograr su objetivo fue cuando en Budapest se le clavó una astilla en una nalga intentando defecar en un pajar. Tal fue la decepción que se llevó al comprobar que no era la aguja que durante una semana volvió a fumar y pensó en dejarlo todo.
Ahora por fin este hombre puede dormir tranquilo con la satisfacción de haber conseguido lo que sus generaciones anteriores no pudo. Desde anoche Jason ha establecido un servicio de guardia las 24 horas del día para preservar la integridad de la aguja, que en principio no va a afectar a las obras del Ave. Los restos encontrados al lado de la aguja han permitido confirmar a través de las pruebas del carbono 14 que la misma llevaba en ese lugar desde el Martes 5 de Enero de 1232. Jason no cabe en sí de alegría y ya ha comunicado a sus más allegados que su próximo objetivo será encontrar los pájaros en la cabeza.
Se da la circunstancia de que el hallazgo coincide con salida de la cárcel de Julián Muñoz .
Ahora por fin este hombre puede dormir tranquilo con la satisfacción de haber conseguido lo que sus generaciones anteriores no pudo. Desde anoche Jason ha establecido un servicio de guardia las 24 horas del día para preservar la integridad de la aguja, que en principio no va a afectar a las obras del Ave. Los restos encontrados al lado de la aguja han permitido confirmar a través de las pruebas del carbono 14 que la misma llevaba en ese lugar desde el Martes 5 de Enero de 1232. Jason no cabe en sí de alegría y ya ha comunicado a sus más allegados que su próximo objetivo será encontrar los pájaros en la cabeza.
Se da la circunstancia de que el hallazgo coincide con salida de la cárcel de Julián Muñoz .
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