Según fuentes pendientes de consultar por éste periódico, todo hace pensar que éste hecho está relacionado con la intención que tenía el espía ruso fallecido, Lissaskeyi, de visitar la isla dos meses antes de ser contaminado. Familiares de Lisiavetzky han confirmado a regañadientes que el fallecido se había puesto en contacto con Binter Canarias para solicitar disponibilidad de vuelos en Mayo de éste año.
La noticia ha corrido de tal forma que ahora mismo no se sabe dónde está. Mientras la ertxaina busca restos de Polonio210 en el restaurante en el que hubiera cenado Listazieski, la policía montada de Canadá ha decidido no participar en los carnavales de Tenerife hasta que el presidente del gobierno canario no se pronuncie sobre la reunión que Zapatero iba a mantener con Eta el pasado Agosto.
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